Así comienza la historia dos
niños encerrados en miles de palabras, creando un sentimiento netamente
verdero, sí, dos niños, aun sin la suficiente madures para llamarlos grandes,
ahí estaban ellos, entre una realidad absurda que no los favorecía, empezando
con algo que salió de la nada, intentando cosas nuevas, al menos ella, que por
su parte a penas se enfrentaba a lo que era el amor, esa palabra de la que
todos hablaban pero que no conocía, irónicamente sus iniciales formaban la
palabra, pero ¿qué más da? Si solo era una palabra en ese entonces, fue ahí
cuando empezó a ver el significado gracias a él que empezó a enseñárselo, él su
primer amor, ahí se mantuvo esa historia, o quizás esa realidad, fue un día
cualquiera donde la palabra te quiero broto de los labios de él, esa sensación
inexplicable que por su parte fue correspondida, un abrazo y un sin fin de
miradas que decían lo que las palabras no atrevían a decir, pero ahí empezó el
problema, ¿Qué hacer? Ella no sabía qué hacer, estaba en la incertidumbre de lo
nuevo, de no saber manejar las situaciones, pasaron días y la inseguridad
seguía en ella, no sabía lo que hacía, y como siempre, al no saber recurrió a
varios comentarios y dejo que esto le ganara a lo que en ese tiempo era una
bonita experiencia, pero no, ella aun no lo veía así, las peleas comienzan, él
y ella destrozados por una inseguridad, esa que para ella era imposible de
aclarar, y para él era la mayor tortura, decidieron entonces alejarse, tomar
caminos distintos, pero aunque alejados,
seguían unidos, esa extrañeza permanecía entre ellos, luego de un tiempo, ella
no pudo más, por fin cayo en cuenta de lo que hizo pero ya era demasiado tarde,
ambos lo sabían, ya no valía, ya el daño estaba hecho, miles de lágrimas salían
de sus ojos al no poder arreglar lo que ahora para ella es una de las más
bonitas realidades, la existencia de él en su vida, eso, lo que la llenaba de
felicidad pero a su vez de tristeza, el no pensar en las consecuencias, fue eso
lo que la mato, igual que él, él la mato un tiempo pero al pasar de este la revivió,
empezaron de nuevo, de a poco, con palabras suaves y entre un poco de
discusiones, fue así como la confianza, esa poquita que se había perdido, se recuperó
o aún mejor, se fortaleció, ellos
acordaron quedar como amigos, fue eso lo que les abrió miles de oportunidades
para conocerse pero a su vez, miles de problemas, al notar que aún había un
sentimiento, alguno días se desataban besos, esos cargados de ese gran
sentimiento, esos mismos que les decían todo y a la vez callaban tanto, así
siguieron, por mucho tiempo, ya entendiéndose mejor, ella pensaba que ya todo
estaba bien, pero no, entro en ella una desesperación por guardar tanto dentro,
esa sensación de querer explotar de sentimiento, de opresión, de no poder
seguir tranquila si no decía todo lo que callaba, fue así que decidió esa noche
buscarlo, los nervios la atacaban, las palabras salían entre cortadas, ella
estaba a pocos días de irse, no muy lejos, pero si lo suficiente para
extrañarlo, el miedo seguía ahí, ese miedo de que todo cambiara, pero aun así, decidió
seguir, sin saber cómo empezar, buscando escusas cualquieras para poder sacar
luego lo que había ahí, hablo, las palabras salían con detenimiento, las manos
jugaban solas, sus ojos mirando hacia un solo punto, y él, él solo se detenía a
escucharla, cogió su mano y la apretó, para ella el mundo se detuvo, lo tenía
todo, ¿qué más faltaba?, pero volvió a recordar que se iba, que solo era un
instante en el que no era necesario soñar por que el sueño lo tenía al lado,
luego entro un cruce de palabras, de reconocer lo que hicieron mal, lágrimas en
los ojos se contenían, y después de decir todo, de dejar sus sentimientos al
descubierto, de dejar su alma vacía, un abrazo volvió a llenarla, y el sentir
de un ‘’aún no ha terminado’’ la devolvió a la vida, caricias, palabras y ese
silencio que acompañaba la noche, fueron perfectos, algo inesperado, algo para
recordar… días después, uno exactamente antes de irse, él estaba ahí, sujetando
su mano, ella no quería que él la soltara, no sabía cuándo volvería, no sabía
si al volver estaría, no sabía que pasaría, la única reacción de ella fue parar
de caminar, decir que no siguiera porque simplemente ella no quería, pero no,
no pudieron detener el tiempo, ya era tarde, él tenía que irse y la tristeza la
ataco, ¿cómo podía pasar algo tan rápido?, se preguntaba ella, pero así es la
vida, pasa, dejándonos atrás.. Al otro día llego la hora de irse, un mensaje de él hizo desatar miles de emociones
y lágrimas, ese mensaje inesperado que llego directo al alma, pero ya todo
estaba listo, un ‘’ya nos vamos’’ la dejo congelada, se fue…
Ella llego a la otra ciudad,
confundida aun, pensando que esa no era la realidad, pero sí lo era, la
esperaban unos largos meses de estudio, lejos de su familia, de sus amigos y
peor aún, de él, pasaban los días y aunque la comunicación era continua, lo
sentía lejos, quizás los kilómetros, quizás el sentimiento que sentía que se desvanecía,
pero no, no lo estaba, él permanecía
todos los días en su pensamiento, ella solo se preguntaba por él, como estará,
y los recuerdos volvían, la conversación de días antes no se borraba, ni la
sensación de ese momento, era difícil para ella vivir tan lejos de él, pero era
solo otra prueba más que el destino les ponía, un obstáculo más que tendrían,
para volver a encontrarse, en ese tiempo en la vida de ella apareció Y, ese
chico que igualmente estaba al otro lado de la ciudad, que tapo un vacío, ese
que ella tenía de él, pero ese chico solo logro taparlo, por encima, ni los
besos, ni los abrazos, ni nada era tan sincero que como era con él, su primer
amor, nada valió, él aún seguía en su pensamiento, el otro chico solo logro
sacar una sonrisa de vez en cuando, unos contados momentos de felicidad, solo
eso…
Pasaron tres meses, cada día
las ganas de verlo eran más, hasta que por fin, ella volvió, no con
el objetivo que quería alcanzar pero si con otra experiencia más, llego, pero
¿y él? ¿Qué ha pasado con él?, ¿dónde está?, ella espero varios días para poder
verlo, nuevamente habían quedado en ser amigos, pero ¿como se trata a un
‘’amigo’’ cuando aún hay un sentimiento?, vuelven los nervios para ella, y las
preguntas de ¿Qué hago?, ¿Cómo lo saludo?, se vieron , una sonrisa salió del
rostro de los dos pero ¿y ahora?, ellos siguieron normal, pasaron bonitos
momentos, ella sabía que había alguien más en la vida de él, pero ese no fue
impedimento para ella, siempre a creído en sus palabras, la confianza ha sido
muy fuerte, ahí aparece x, o quizás desde antes, el caso es que ahí estaba,
llegaba la duda, ella ya no sabía cómo actuar, que hacer, pero siguió con lo
que quería, esos impulsos de amoríos que le daban al verlo que quizá a él le
molestaban, pero ella siempre pensó en que si no hacia las cosas cuando eran,
nunca las haría, él las correspondía, a veces sí, a veces no, así son las
personas cuando no hay algo fijo definido, lo que ella tenía claro es que ahí
no pasarían de ‘’amigos’’. Otra noche más y ellos juntos, rodeados de mucha
gente pero al parecer solos, las miradas y los besos fueron esa burbuja que los
alejo de la gente, aun había algo, ese algo tan fuerte que sobrepasaba
cualquier limite, esa noche luego de un tiempo, llego el momento de sinceridad,
ella nuevamente volvió a decir lo que sentía, ambos con el miedo de que alguien
más apareciera en la vida de ellos, pero ya habían estado x Y y, pero
estuvieron, se fueron, y ninguno de ellos pudo acabar eso que sentían él y ella..
Palabras desataron
pensamientos, y una nueva oportunidad surgió, pero como siempre, ella veía las
cosas demasiado tarde, se quedó esperando algo de él que nunca llego y él por
su parte igualmente, la oportunidad paso, pero ellos seguían igual, queriéndose
infinitamente, en silencio, y cuando nadie más los veía, ese era su momento de
sinceridad, él tenía miedo o por su parte no le gustaba mostrar algo ante los
demás sin no haberlo definido, a ella eso no le importaba, solo le importaba él,
ella siguió perteneciéndole a alguien, a él que dejo las sabanas vacías, las
hojas en blanco para escribirle, atada a su sonrisa por un cordón invisible,
por el de la magia de tenerle, se sentía casi como la basura de los rincones
que ni la escoba alcanza a llevarse del todo, él seguía ahí, ensamblado a ella,
a su cuerpo, sus besos la agotaban porque aun los sentía, él era ese lugar que
siempre encontraba para escapar, la estremecía, luego de un tiempo, la
intimidad se puso en medio de ellos, el deseo y las ganas de estar juntos,
empezaron a ganarles, pero ¿y si eran solo amigos?, ella siempre pensaba que
estar con una persona solo era bien visto cuando eran novios, o algo así, pero
el hizo que esa idea cambiara, no importaba nada, ella lo quería tanto que
estaba dispuesta a todo por él, un beso fue el causante de todo, ella sentía
unas infinitas ganas de estar con él, de pasarle su mano por su pecho, de
acariciarle todo su cuerpo, de pasar sus dedos por sus labios, los de él, hasta
poder besarlos, quería sentir su respiración tan cerca hasta que la dejara
sin ella, sentir su desnudes en las manos, unir dos almas en una, acabar con la
inocencia de dos niños que jugaban a quemarse y así fue, risas y preguntas indecentes acompañaron ese momento,
inseguridades, una fuerte respiración, el pulso tan agitado que se confundía
con los latidos del corazón, esos que no cesaban, y ante todo, el sentimiento y
la confianza que los unían, después de esto, se volvió repetitivo, ella nunca quiso
que fuera así, pero los momentos se daban, el deseo era cada vez más fuerte, y
el amor, sí ese amor raro que se tenían no los abandonaba, nuevamente, quedaron
en ser amigos, él y ella aunque difícil lo intentaron, pero volvieron a caer,
era difícil para ellos terminar con algo tan fuerte, ¿Cómo acabarlo, cuando no
se quiere que termine?, volvió x, esa chica otra vez en la vida de él, otra vez
ahí, otra vez… una gran conversación salió a flote, con un poco de discusión,
resignación, tristeza, y algo de incomprensión los agobio, volvió el ¿Qué
pasara con nosotros?, pensaba ella, el amor de ellos era tan incomprendido
hasta por ellos mismos, que la dificultad de descifrar que había ahí era aún
mayor, ahí van, afrontando todo, sin separarse, cumpliendo promesas y tratando
de que esta historia nunca termine, por ahora estará en 3 puntos suspensivos,
hasta que uno de ellos borre dos...
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