Wednesday, November 6, 2013

Historia sin terminar.

Así comienza la historia dos niños encerrados en miles de palabras, creando un sentimiento netamente verdero, sí, dos niños, aun sin la suficiente madures para llamarlos grandes, ahí estaban ellos, entre una realidad absurda que no los favorecía, empezando con algo que salió de la nada, intentando cosas nuevas, al menos ella, que por su parte a penas se enfrentaba a lo que era el amor, esa palabra de la que todos hablaban pero que no conocía, irónicamente sus iniciales formaban la palabra, pero ¿qué más da? Si solo era una palabra en ese entonces, fue ahí cuando empezó a ver el significado gracias a él que empezó a enseñárselo, él su primer amor, ahí se mantuvo esa historia, o quizás esa realidad, fue un día cualquiera donde la palabra te quiero broto de los labios de él, esa sensación inexplicable que por su parte fue correspondida, un abrazo y un sin fin de miradas que decían lo que las palabras no atrevían a decir, pero ahí empezó el problema, ¿Qué hacer? Ella no sabía qué hacer, estaba en la incertidumbre de lo nuevo, de no saber manejar las situaciones, pasaron días y la inseguridad seguía en ella, no sabía lo que hacía, y como siempre, al no saber recurrió a varios comentarios y dejo que esto le ganara a lo que en ese tiempo era una bonita experiencia, pero no, ella aun no lo veía así, las peleas comienzan, él y ella destrozados por una inseguridad, esa que para ella era imposible de aclarar, y para él era la mayor tortura, decidieron entonces alejarse, tomar caminos distintos, pero  aunque alejados, seguían unidos, esa extrañeza permanecía entre ellos, luego de un tiempo, ella no pudo más, por fin cayo en cuenta de lo que hizo pero ya era demasiado tarde, ambos lo sabían, ya no valía, ya el daño estaba hecho, miles de lágrimas salían de sus ojos al no poder arreglar lo que ahora para ella es una de las más bonitas realidades, la existencia de él en su vida, eso, lo que la llenaba de felicidad pero a su vez de tristeza, el no pensar en las consecuencias, fue eso lo que la mato, igual que él, él la mato un tiempo pero al pasar de este la revivió, empezaron de nuevo, de a poco, con palabras suaves y entre un poco de discusiones, fue así como la confianza, esa poquita que se había perdido, se recuperó o aún mejor, se fortaleció,  ellos acordaron quedar como amigos, fue eso lo que les abrió miles de oportunidades para conocerse pero a su vez, miles de problemas, al notar que aún había un sentimiento, alguno días se desataban besos, esos cargados de ese gran sentimiento, esos mismos que les decían todo y a la vez callaban tanto, así siguieron, por mucho tiempo, ya entendiéndose mejor, ella pensaba que ya todo estaba bien, pero no, entro en ella una desesperación por guardar tanto dentro, esa sensación de querer explotar de sentimiento, de opresión, de no poder seguir tranquila si no decía todo lo que callaba, fue así que decidió esa noche buscarlo, los nervios la atacaban, las palabras salían entre cortadas, ella estaba a pocos días de irse, no muy lejos, pero si lo suficiente para extrañarlo, el miedo seguía ahí, ese miedo de que todo cambiara, pero aun así, decidió seguir, sin saber cómo empezar, buscando escusas cualquieras para poder sacar luego lo que había ahí, hablo, las palabras salían con detenimiento, las manos jugaban solas, sus ojos mirando hacia un solo punto, y él, él solo se detenía a escucharla, cogió su mano y la apretó, para ella el mundo se detuvo, lo tenía todo, ¿qué más faltaba?, pero volvió a recordar que se iba, que solo era un instante en el que no era necesario soñar por que el sueño lo tenía al lado, luego entro un cruce de palabras, de reconocer lo que hicieron mal, lágrimas en los ojos se contenían, y después de decir todo, de dejar sus sentimientos al descubierto, de dejar su alma vacía, un abrazo volvió a llenarla, y el sentir de un ‘’aún no ha terminado’’ la devolvió a la vida, caricias, palabras y ese silencio que acompañaba la noche, fueron perfectos, algo inesperado, algo para recordar… días después, uno exactamente antes de irse, él estaba ahí, sujetando su mano, ella no quería que él la soltara, no sabía cuándo volvería, no sabía si al volver estaría, no sabía que pasaría, la única reacción de ella fue parar de caminar, decir que no siguiera porque simplemente ella no quería, pero no, no pudieron detener el tiempo, ya era tarde, él tenía que irse y la tristeza la ataco, ¿cómo podía pasar algo tan rápido?, se preguntaba ella, pero así es la vida, pasa, dejándonos atrás.. Al otro día llego la hora de irse,  un mensaje de él hizo desatar miles de emociones y lágrimas, ese mensaje inesperado que llego directo al alma, pero ya todo estaba listo, un ‘’ya nos vamos’’ la dejo congelada, se fue…
Ella llego a la otra ciudad, confundida aun, pensando que esa no era la realidad, pero sí lo era, la esperaban unos largos meses de estudio, lejos de su familia, de sus amigos y peor aún, de él, pasaban los días y aunque la comunicación era continua, lo sentía lejos, quizás los kilómetros, quizás el sentimiento que sentía que se desvanecía, pero no, no lo estaba, él  permanecía todos los días en su pensamiento, ella solo se preguntaba por él, como estará, y los recuerdos volvían, la conversación de días antes no se borraba, ni la sensación de ese momento, era difícil para ella vivir tan lejos de él, pero era solo otra prueba más que el destino les ponía, un obstáculo más que tendrían, para volver a encontrarse, en ese tiempo en la vida de ella apareció Y, ese chico que igualmente estaba al otro lado de la ciudad, que tapo un vacío, ese que ella tenía de él, pero ese chico solo logro taparlo, por encima, ni los besos, ni los abrazos, ni nada era tan sincero que como era con él, su primer amor, nada valió, él aún seguía en su pensamiento, el otro chico solo logro sacar una sonrisa de vez en cuando, unos contados momentos de felicidad, solo eso…
Pasaron tres meses, cada día las ganas de verlo eran más, hasta que por fin, ella volvió, no con el objetivo que quería alcanzar pero si con otra experiencia más, llego, pero ¿y él? ¿Qué ha pasado con él?, ¿dónde está?, ella espero varios días para poder verlo, nuevamente habían quedado en ser amigos, pero ¿como se trata a un ‘’amigo’’ cuando aún hay un sentimiento?, vuelven los nervios para ella, y las preguntas de ¿Qué hago?, ¿Cómo lo saludo?, se vieron , una sonrisa salió del rostro de los dos pero ¿y ahora?, ellos siguieron normal, pasaron bonitos momentos, ella sabía que había alguien más en la vida de él, pero ese no fue impedimento para ella, siempre a creído en sus palabras, la confianza ha sido muy fuerte, ahí aparece x, o quizás desde antes, el caso es que ahí estaba, llegaba la duda, ella ya no sabía cómo actuar, que hacer, pero siguió con lo que quería, esos impulsos de amoríos que le daban al verlo que quizá a él le molestaban, pero ella siempre pensó en que si no hacia las cosas cuando eran, nunca las haría, él las correspondía, a veces sí, a veces no, así son las personas cuando no hay algo fijo definido, lo que ella tenía claro es que ahí no pasarían de ‘’amigos’’. Otra noche más y ellos juntos, rodeados de mucha gente pero al parecer solos, las miradas y los besos fueron esa burbuja que los alejo de la gente, aun había algo, ese algo tan fuerte que sobrepasaba cualquier limite, esa noche luego de un tiempo, llego el momento de sinceridad, ella nuevamente volvió a decir lo que sentía, ambos con el miedo de que alguien más apareciera en la vida de ellos, pero ya habían estado x Y y, pero estuvieron, se fueron, y ninguno de ellos pudo acabar eso que sentían él y ella..

Palabras desataron pensamientos, y una nueva oportunidad surgió, pero como siempre, ella veía las cosas demasiado tarde, se quedó esperando algo de él que nunca llego y él por su parte igualmente, la oportunidad paso, pero ellos seguían igual, queriéndose infinitamente, en silencio, y cuando nadie más los veía, ese era su momento de sinceridad, él tenía miedo o por su parte no le gustaba mostrar algo ante los demás sin no haberlo definido, a ella eso no le importaba, solo le importaba él, ella siguió perteneciéndole a alguien, a él que dejo las sabanas vacías, las hojas en blanco para escribirle, atada a su sonrisa por un cordón invisible, por el de la magia de tenerle, se sentía casi como la basura de los rincones que ni la escoba alcanza a llevarse del todo, él seguía ahí, ensamblado a ella, a su cuerpo, sus besos la agotaban porque aun los sentía, él era ese lugar que siempre encontraba para escapar, la estremecía, luego de un tiempo, la intimidad se puso en medio de ellos, el deseo y las ganas de estar juntos, empezaron a ganarles, pero ¿y si eran solo amigos?, ella siempre pensaba que estar con una persona solo era bien visto cuando eran novios, o algo así, pero el hizo que esa idea cambiara, no importaba nada, ella lo quería tanto que estaba dispuesta a todo por él, un beso fue el causante de todo, ella sentía unas infinitas ganas de estar con él, de pasarle su mano por su pecho, de acariciarle todo su cuerpo, de pasar sus dedos por sus labios, los de él, hasta poder besarlos, quería sentir su respiración tan cerca hasta que la dejara sin ella, sentir su desnudes en las manos, unir dos almas en una, acabar con la inocencia de dos niños que jugaban a quemarse y así fue, risas y  preguntas indecentes acompañaron ese momento, inseguridades, una fuerte respiración, el pulso tan agitado que se confundía con los latidos del corazón, esos que no cesaban, y ante todo, el sentimiento y la confianza que los unían, después de esto, se volvió repetitivo, ella nunca quiso que fuera así, pero los momentos se daban, el deseo era cada vez más fuerte, y el amor, sí ese amor raro que se tenían no los abandonaba, nuevamente, quedaron en ser amigos, él y ella aunque difícil lo intentaron, pero volvieron a caer, era difícil para ellos terminar con algo tan fuerte, ¿Cómo acabarlo, cuando no se quiere que termine?, volvió x, esa chica otra vez en la vida de él, otra vez ahí, otra vez… una gran conversación salió a flote, con un poco de discusión, resignación, tristeza, y algo de incomprensión los agobio, volvió el ¿Qué pasara con nosotros?, pensaba ella, el amor de ellos era tan incomprendido hasta por ellos mismos, que la dificultad de descifrar que había ahí era aún mayor, ahí van, afrontando todo, sin separarse, cumpliendo promesas y tratando de que esta historia nunca termine, por ahora estará en 3 puntos suspensivos, hasta que uno de ellos borre dos...

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